Hace aproximadamente un mes que fui rescatada, liberada de la cárcel de inmundicia donde fui arrojada, quien sabe si para dejarme morir. Salí dolorida, frágil, con el cuerpo débil y la mirada triste.
Sólo un mes, cuatro semanas, han bastado para llenarme de nuevo de vitalidad y energía. Me marchité antes de tiempo pero he vuelto a florecer... ¡y de qué manera! Es el tipo de milagros que puede hacer un poco de amor, juzgad vosotros mismos.
Antes:
Después:
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